• Vista exterior del Museo de Arte Sara Hildén
    Vista exterior
  • Planta baja del Museo de Arte Sara Hildén
    Planta baja
  • Planta superior del Museo de Arte Sara Hildén
    Planta alta
  • Vista interior del Museo de Arte Sara Hildén
    Vestíbulo
  • Sección transversal del Museo de Arte Sara Hildén
    Sección transversal
  • Usos de las salas del Museo de Arte Sara Hildén
    Versatilidad de uso de los espacios interiores
  • Alzado sur del Museo de Arte Sara Hildén
    Variabilidad de la fachada

Museo de Arte Sara Hildén

Tampere, Finlandia

Tradicionalmente, la función de un museo podría resumirse en tres categorías de actividades diferentes: investigación, conservación y exposición. La investigación incluye la recopilación, comisariado e interpretación de artefactos de relevancia artística, cultural o científica. La conservación comprende todas las actividades destinadas a su mantenimiento y a la prolongación de su vida útil. Por último, la exposición implica las acciones relacionadas con la difusión del conocimiento y la educación del público. Sin embargo, los avances tecnológicos en el campo de la comunicación han hecho que esta última categoría quede potencialmente desfasada. ¿Qué valor tiene visitar un museo si todo su contenido está disponible al instante desde los hogares de todos? ¿Cómo podemos proyectar un nuevo Museo de Arte Sara Hildén que siga siendo relevante para las generaciones futuras?

Visitar un museo no sólo ofrece la oportunidad de ver un objeto de cierta relevancia. También ofrece la experiencia de interacción social en torno a la cultura. El aspecto social de un museo lo transforma en una plataforma de debate e intercambio de diversos puntos de vista e interpretaciones culturales. No se trata de una institución para el consumo de cultura, sino de un lugar para la construcción de cultura en el que todas las personas pueden debatir sobre sus diversos pasados, abordar las cuestiones de su presente y proyectar un futuro basado en valores comunes. El nuevo papel del museo puede resumirse, por tanto, en tres categorías diferentes: investigación, conservación y diálogo crítico.

En consecuencia, el Museo de Arte Sara Hildén se erige, no como una sucesión tradicional de salas de exposición fijas, sino como una plataforma abierta, inclusiva y versátil para la interacción social y el debate cívico. La colección permanente de Sara Hildén y sus exposiciones temporales se convierten en el centro del diálogo cultural en Tampere, y su nuevo edificio surge como una pieza de espacio público en la que el pensamiento crítico es el protagonista.

Ubicación
Tampere
Finlandia

Superficie
5.730 m2

Cliente
Fundación Sara Hildén
Ayuntamiento de Tampere

Equipo PRÁCTICA
Jaime Daroca
José Mayoral
José Ramón Sierra
Amanda Castellano

Ingeniería
BAC ECG

Infografías
ZIR Visual

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